Se presento el viernes 6 en Bruselas y el martes 9 se difundió el capítulo referido a América Latina simultáneamente en Buenos aires, Sao Paulo y Ciudad de México.
Un resumen del documento de 1,572 páginas escrito y revisado por 441 científicos fue difundido el viernes 6 de abril en Bruselas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima de la ONU (IPCC, según sigla en inglés)
El documento intenta explicar cómo el recalentamiento global está cambiando la vida en la Tierra.
“La reducción en el rendimiento de los suelos junto al aumento de la población podría poner en peligro de hambruna a casi 50 millones de personas para el 2020, a 132 millones para el 2050 y a 266 millones para el 2080” dice el informe.
“El cambio climático que no se interrumpa será una catástrofe medioambiental y económica pero por encima de todo será una tragedia humana”, dijo el director ejecutivo del Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas, Achim Steiner.
En tanto el martes 9 de abril fue presentada simultáneamente en Buenos Aires, Ciudad de México y Sao Paulo la sección referida a América Latina. Un aspecto preocupante para los habitantes de regiones costeras como el caso de la Ciudad de Buenos Aires es el aumento del nivel del mar y el caudal de los ríos por las precipitaciones y el derretimiento de los glaciares. “Las poblaciones asentadas en zonas de costas bajas como El Salvador, Guyana y el estuario del Río de la Plata, entre Argentina y Uruguay, serán diezmadas por las inundaciones provocadas por la elevación del nivel del mar, que para 2080 podría incrementarse en 1.3 metros” opinan los expertos del IPCC.
Tanto el aumento de las temperaturas medias como el de la humedad ambiente debido a las mayores precipitaciones favorecerán el desarrollo de enfermedades como el dengue, según explicó Graciela Magrin, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), quien recordó además que entre el año 2000 y 2005, hubo 2,5 veces más eventos extremos climáticos que entre 1970 y 2000 y “esa es la tendencia en la región” subrayó la autora de uno de los capítulos del informe del IPCC.
En el mismo sentido opinó Ulises Confalonieri, de la Fundación Osvaldo Cruz para investigaciones médicas del Gobierno Federal de Brasil, anticipando “un aumento de la malaria, no solamente porque la mayor humedad va a provocar la proliferación de mosquitos, sino también por el aumento migratorio de personas y mosquitos que escapen del Amazonas por el creciente calor”.
También en Sao Paulo, Philip Fearnside, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia, advirtió que si no hace nada para mitigar el cambio climático “el Amazonas se va a secar, lo que puede llevar a su desaparición en 2080”.
El científico argentino Osvaldo Canziani, vicepresidente del Grupo de Trabajo II , “Impactos, vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático”, en el marco del IPPC, opina que la falta de información básica, de buenos sistemas de información y la ausencia de políticas coordinadas, son las más graves falencias que enfrenta América latina para prevenir y mitigar el impacto del cambio climático.
“No hay información básica, ni buenos sistemas de observación y faltan políticas coordinadas. Medir (los datos meteorológicos) es una responsabilidad y los gobiernos no lo hacen”, dijo Canziani en rueda de prensa en la sede del Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay (CINU).
El científico responsabilizó a los gobiernos de la región por su “falta de visión política y de planificación” para la prevención, adaptación o mitigación de los eventos climáticos.
“Hacia mediados del siglo, los incrementos proyectados en la temperatura y las disminuciones asociadas al agua en el suelo llevarán a un reemplazo gradual de la selva tropical por sabana en la Amazonia oriental. En el noreste de Brasil y el Norte de México la vegetación semiárida tenderá a ser reemplazada por vegetación de tierras áridas”, explicó Canziani.
“Conducirá a la salinización y desertificación de las tierras agrícolas. Los rendimientos de algunos cultivos importantes tales como arroz, maíz, trigo y azúcar, son proyectados en decrecimiento y la productividad del ganado tenderá a declinar, con consecuencias adversas a la seguridad alimentaria”, agregó el científico.