El depósito de la calle Melgar donde funcionará el Polo Textil, ayer antes del acto oficial (foto Giovanni Sachetto)
La iniciativa es un emprendemiento conjunto entre el INTI y el gobierno porteño, a través del Ministerio de Producción y la Corporación Buenos Aires Sur, con la participación de la Cooperativa La Alameda y la Unión de Trabajadores Costureros.
Cabe recordar que a partir del trágico incendio en un taller clandestino en el barrio de Caballito que terminó con la vida de seis niños y dos adultos, La Alameda y la UTC recopilaron
un centenar de direcciones de talleres clandestinos en base a testimonios de los trabajadores. En mayo de 2006 los presentaron en un informe al Departamento de Asistencia a la Víctima de la Procuración General de la Nación y al Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos del GCBA.
A partir de esas denuncias y por otras inspecciones en marcha han sido clausurados un cierto número de talleres clandestinos, algunos de los cuales confeccionaban prendas para marcas de reconocido prestigio, contra las que el GCBA emprendió acciones legales. Pero, debido a esas inspecciones, cientos de trabajadores —que si bien estaban sometidos a condiciones infrahumanas— quedaron sin su fuente de superviviencia.
El “Polo Textil” es un proyecto que aporta elementos para un modelo de transformación de condiciones laborales inaceptables y de participación conjunta de la Ciudad, el Estado Nacional y una organización no gubernamental. Enrique Rodríguez, quien transita sus últimos días en el Ministerio de la Producción, si bien reconoció que se hizo “poco frente a la dimensión de la problemática” calificó a la iniciativa conjunta de “una luz en el camino”
Gustavo Vera, titular de La Alameda, estuvo presente en el acto de ayer. En declaraciones a un medio local declaró. “Frente a la inminente administración de Macri, se logró que la actual cediera por cinco años en comodato el predio al INTI. Temíamos que el proyecto terminara cayéndose y se construyera una cancha de golf”.