El tribunal que juzga al policía Luis Chocobar por el crimen de un joven que acababa de asaltar y apuñalar a un turista norteamericano en diciembre de 2017, realizó hoy una inspección ocular en los sitios del barrio porteño de La Boca donde ocurrieron los hechos.
La diligencia, de la que participaron los jueces del Tribunal Oral de Menores 2, los abogados defensores, de la querella y hasta el propio Chocobar, se inició a las 8.30 en la puerta de la casa del policía, ubicada en las calles Del Valle Iberlucea y Olavarría, a una cuadra y media de donde sucedió el ataque.
Luego continuó sobre Garibaldi, entre Brandsen y Olavarría, donde realizaron un relevamiento de las cámaras de seguridad que captaron el hecho y cuyas imágenes fueron incorporadas al expediente.
El recorrido continuó luego en el lugar donde ocurrió el robo al turista norteamericano Frank Wolek (60), en una calle peatonal lindera a las vías del ferrocarril, y se dirigieron a la esquina de la calle Olavarría, donde la víctima cayó producto de la puñalada que recibió.
Durante la inspección, efectivos de la Policía de la Ciudad que patrullan la zona fueron consultados si en el último tiempo se realizaron modificaciones en las fachadas o si fueron pintadas, pero según se constató, el único cambio que tuvo esa zona existió en el hecho fue la instalación de una estación de bicicletas.
El recorrido continúo por la calle Olavarría con sentido oeste y se determinó la altura del locutorio donde se hallaban las personas que observaron el hecho y persiguieron a Juan Pablo Kukoc, uno de los delincuentes, al que conocían del barrio.
Ya sobre la calle Irala, los presentes hicieron un alto en una casa pintada de verde donde, según relató la defensa de Chocobar, las personas recuperaron la cámara de foto y donde el policía le da la voz de alto a Kukoc, que no obedece y continúa su escape.
Fernando Soto, abogado del policía, aseguró a Télam que su defendido “los vio (a los dos delincuentes) y les gritó desde la esquina de Olavarría y Garibaldi”.
“Luego lo corre a Kukoc y en Irala al 1031 le da la voz de alto, pero como no frenó, Chocobar le disparó y es la bala que rebota, le impacta y le da muerte cuatro días después”, expresó.
Según pudieron recabar los jueces y fiscales, además del abogado querellante, fueron los disparos que impactaron en la fachada de una casa ubicada justo en la esquina de Irala y Suarez.
La reconstrucción ocular, que duró aproximadamente una hora y media, finalizó sobre la calle Suarez, donde Kukoc cayó tendido en el asfalto producto del disparo y donde se observa en una filmación de una cámara de seguridad que intervino un efectivo de la Policía de la Ciudad.
El asalto al estadounidense se produjo el 8 de diciembre de 2017, a pocos metros de Caminito, en La Boca, por donde la víctima paseaba a pie con su cámara fotográfica.
Tras el ataque, ambos delincuentes salieron corriendo, pero mientras uno logró escaparse, el otro, luego identificado como Kukoc, fue interceptado a tres cuadras por dos transeúntes que habían visto el ataque.
Instantes después, llegó al lugar Chocobar, efectivo de la Policía Local de Avellaneda, quien se identificó y, según declaró luego, le pidió que se detenga, tras lo cual efectuó disparos, dos de los cuales alcanzaron a Kukoc en el muslo izquierdo y el mortal, en la zona de la baja espalda.
Para Luis Cevasco, uno de los abogados defensores de Chocobar, “la bala que derriba a Kukoc es una bala que le pega en la pierna, no es la bala que luego lo mata”.
El letrado explicó que luego hay un bala que rebotó en el piso e ingresa por la espalda y que “eso está absolutamente demostrado, porque la bala tiene restos de pavimento”.
Durante la recorrida, Chocobar se mostró tranquilo, junto a sus dos abogados y los jueces que intervienen en el caso, indicando el trayecto que realizó y recordando cómo fue la persecución y el lugar exacto donde fueron los disparos.
“Le trajo muchos recuerdos; tenía su vida ahí y se tuvo que mudar porque lo empezaron a amenazar”, señaló Soto sobre su defendido, y agregó: “Precisó mucho más el relato con el lugar. Iba relatando lo que pasó en cada lugar pero siempre me dijo exactamente lo mismo de cómo fueron los hechos”.
En tanto, el letrado expresó que “es una muy buena la decisión del tribunal” de hacer la inspección porque “no es lo mismo verlo en un papel o en una foto que vivirlo acá”.
Por su parte, el abogado Pablo Rovatti, quien representa a la familia de Kukoc, aseguró que la inspección judicial viene bien “para entender las distintas perspectivas de los distintos testigos”.
“Esta inspección ocular permite que todos tomemos un conocimiento muchos más acabado de las características del lugar, las distancias. Pudimos apreciar en la facha de una de las casa de la esquina (Irala y Suárez) las marcas de algunos de los proyectiles disparadas por el policía Chocobar”, afirmó.
Por su parte, el abogado Albino Stefanolo, querellante por parte del delincuente menor de edad, coincidió con sus colegas en la conformidad de la reconstrucción.
“Creo que nosotros y los jueces entendieron mucho más de todo lo que ocurrió, y eso es importante para saber la verdad y cómo fueron las cosas”, sentenció.
El debate está a cargo del TOM 2 porteño, quien la semana próxima tomará declaración al turista asaltado, a algunos de sus familiares, y, luego, a los principales testigos vinculados a la causa y los peritos de cada parte.