LA JUSTICIA FRENÓ LA DEMOLICIÓN Y EL GCBA RECATALOGÓ EL PREDIO DEL MÍTICO TEATRO
Un acuerdo entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el sector privado permitió recuperar el histórico Teatro del Picadero, ubicado en el pasaje Discépolo 1847 y por el que desfilaron algunos de los más destacados artistas, dramaturgos y directores argentinos. Fue escenario de la resistencia cultural durante la última dictadura militar.
El Teatro, construido en 1926 por el arquitecto italiano Benjamín Pedrotti, había dejado de funcionar como tal hacía varios años y se encontraba cerrado y tapiado. La empresa constructora D’Buenos Aires, propietaria del edificio desde el año 2006, inició las tareas de demolición a fines de 2007, con el fin de completar la superficie pretendida para la construcción de un edificio de viviendas, oficinas y locales comerciales.
La ONG Basta de Demoler presentó un recurso de amparo que frenó la demolición, y organizó acciones públicas para llamar la atención sobre el hecho. Por su parte, la Subsecretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires recomendó ante la Justicia la preservación del Teatro del Picadero, debido a su “alto valor patrimonial, por sus características arquitectónicas, históricas y su significado simbólico”. Los distintos intereses en juego se consideraron en varias reuniones entre la ONG, la empresa y representantes del gobierno porteño, con el fin de viabilizar la recuperación del Teatro y su futuro funcionamiento. Así, la Juez Alejandra Petrella del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Nro. 12 convocó a una audiencia conciliatoria entre el Gobierno de la Ciudad y la empresa D’Buenos Aires, para llegar a un acuerdo respecto del destino del edificio.
El Gobierno de la Ciudad —representado por la Subsecretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y por la Subsecretaría de Planeamiento del Ministerio de Desarrollo Urbano— impulsó la catalogación del inmueble e hizo valer para el caso la aplicación de la Ley Nacional 14.800. Esta ley, promulgada en 1959, declara de interés nacional a la actividad teatral en todas sus formas y ramas y resuelve que “en los casos de demolición de salas teatrales, el propietario de la finca tendrá la obligación de construir en el nuevo edificio un ambiente teatral de características semejantes a la sala demolida”.
El convenio, suscripto el pasado 18 de abril y homologado el 16 de mayo, deja sin efecto la demolición del Teatro del Picadero, aplica el cumplimiento de la Ley 14.800 y fija responsabilidades respecto a la administración del Teatro, que correrá por cuenta de D’Buenos Aires. El acuerdo celebrado sella asimismo el compromiso de la empresa de recuperar y preservar la fachada original y el ámbito teatral del predio, y contempla la eventual cesión en comodato al Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad.