Buenos Aires, 7 de abril (ANC-Utpba).- “El periodismo pendiente” fue el tema de análisis, discusión y reflexión en el marco de una charla-debate organizada por el diario digital Nuestra América.info y el Observatorio de Medios Social, Político y Cultural de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), que tuvo como panelistas a los periodistas argentinos Jorge Benedetti y Stella Calloni, al venezolano Modesto Guerrero y a la economista mexicana Ana Ceceña.
La jornada, realizada el pasado martes 5 en el Centro de Capacitación de la Utpba, se abrió con la exposición de la periodista Liliana Belforte, quien expuso los resultados de la encuesta sobre credibilidad periodística realizada por el Observatorio, que marcó un descenso de los periodistas respecto a una similar realizada en 1998, quedando por debajo de la respuesta “ninguno”, y recibiendo la evaluación de “en forma parcial” en cuanto al adecuado desempeño de la tarea de informar.
Al analizar el tema de la convocatoria, Benedetti, director periodístico de Nuestra América.info, se refirió a los formatos y la extensión que imponen los medios masivos de comunicación y remarcó que el “periodista tiene que comprometerse, jugarse y romper esa estructura para poder decir más allá de esa forma que define el contenido”.
Sostuvo que el periodismo pendiente depende claramente del lector, oyente o televidente pendiente, en una relación donde el “periodista debe informar realmente, de asumir un compromiso que va más allá de ser honesto con el trabajo” y quienes reciben “deben decir a quien le creen y a quien no”
“El periodismo pendiente va más allá de la relación del periodista con su función. Es tiempo de vuelta o como siempre, de estar comprometido con el hacer y con el pensar. Todo el tiempo estamos haciendo, todo el tiempo debemos construirlo. Los medios alternativos, alterativos, contrahegemónicos, comunitarios o como se quiera denominarlos son un buen espacio para decir lo que no se puede en otro lado y de leer, escuchar o ver ahí lo que no se puede en otro lado”, agregó.
Guerrero, periodista de la agencia Argenpress.info y del portal venezolano Aporrea.org, remarcó que “permanentemente vamos a estar enfrentados al desafío de ejercer un periodismo pendiente en el sentido de periodismo rebelde, periodismo de resistencia, periodismo militante o periodismo alternativo”.
Sostuvo que “los movimientos sociales, cuando irrumpen para resistir grandes políticas o grandes atrocidades de Estado o resistir lentamente al control social de los Estados van apropiándose de los medios tecnológicos que crean ellos. Eso es lo inteligente. Utilizarlos, darlos la vuelta y ponerlos en contra. El peligro es caer víctima, enamorarse, dejarse seducir por el aspecto tecnológico”.
En su análisis, Guerrero se refirió a la gran cantidad de medios alternativos surgidos en los últimos años como consecuencias de las movilizaciones sociales ante las crisis gubernamentales y ejemplificó con el caso del intento de golpe de estado en Venezuela de 2002, donde en los tres meses posteriores “aparecieron 243 medios agrupados en AMCLA que incluye el cine, y 23 medios en otra organización”.
Ceceña, coordinadora del Grupo de Trabajo Hegemonías y Emancipaciones de Flacso y directora de la revista Chiapas, evaluó que “los medios alternativos tienen más autoridad moral que los medios de comunicación establecidos. Este es un elemento que hay que tener en cuenta para definir qué es comunicación, qué estamos comunicando y entre quiénes estamos comunicando”.
“Para el poder el riesgo principal es la insurgencia, es que tenga enfrente a sujetos que pueden hacer comunicación alternativa pero también revelarse a una cantidad de cosas. En ese contexto, lo que ocurre con la información es algo paradójico. Junto a la ventaja de los nuevos sistemas de comunicación, de los avances tecnológico, de la circulación en el mundo de la información, vemos que estamos saturados de información. No sabemos cuál es buena o no, cuál corresponde o no”, agregó.
Para Ceceña, “la abundancia de información tiene un problema y es que en realidad, lo que esta operando en internet como en los medios televisivos es que nos están sustituyendo la realidad, la están llenando de esos datos, pero la están sustituyendo”.
Explicó que la contrainsurgencia trabaja mucho con los medios, haciendo deliberadas rupturas de secuencias en el relato de la realidad, donde mezcla cosas importantes con elementos banales, y “nos empiezan a manejar las visiones del mundo que nos llevan o bien a desconocer o bien a justificar cosas que no queremos justificar”.
Luego de sostener que “el periodismo no es solo de los periodistas sino de todos los que estamos trabajando para construir otro mundo”, Ceceña remarcó que “debemos tratar que ese periodismo y esos medios alternativos trabajen de manera muy seria. Debemos ser muy exigentes con nuestros propios medios de comunicación”.
El cierre de la mesa estuvo a cargo de Stella Calloni, corresponsal del diario mexicano La Jornada e integrante de la conducción de la Utpba, quien señaló que más allá del avance “internet ayudó a que se haga un facilismo de la información, porque muchos de los que lo utilizan, al no tener los antecedentes suficientes para enmarcarlas y relacionarlas, las noticias quedan fragmentadas y sin continuidad no tiene ningún sentido”.
“La información de hoy está dada para las democracias de seguridad que se han pensado para este período histórico”, sentenció Calloni, quien luego reseñó la historia de los esquemas de contrainformación diseñados por Estados Unidos, “en lo que llamaron la necesidad del apoderamientos de los grandes medios de comunicación”.
En su análisis de las políticas y de las sucesivas intervenciones realizadas por Estados Unidos en la región, demandó que “que se tome en serio lo que es la investigación periodística ante la falte evidente de sistematización en el seguimiento de información vital, como es la lectura de los documentos de Estados Unidos donde se planifica la política, que en el tiempo es aplicada sistemáticamente”.
“Hay que ir mucho más a fondo, no es posible que nos quedemos en la superficialidad de los análisis. No es posible que inventemos analistas de la noche a la mañana”, apuntó.
En otra parte de su intervención, Calloni consideró “una afrenta que nosotros, los periodistas, no trabajemos con los investigadores de las universidades. Estamos dejando morir a una generación de grandes investigadores, jóvenes y no tan jóvenes, que producen extraordinarios materiales del que no nos ocupamos”.
“De tomar esto, estaríamos pasando una información muy seria y de una gran ética, en lugar de tomar cosas superficiales y con cuatro consignas. La labor nuestra debe ser muy exigente”, agregó.
Luego de reclamar que “hay que recuperar el pensamiento que se esta produciendo en nuestros países, que la contrinsurgencia intenta aislarlos”, planteó la necesidad de “un trabajo profundo y serio, de la forma de cómo lo vamos a transmitir a la población. De cómo vamos a sistematizar las mentiras que se han dicho a lo largo de nuestra historia, que permitieron invasiones, intervenciones, masacres y matanzas selectivas”.
“Debemos hacer un enorme esfuerzo para que un grupo periodístico reúna toda la información que viene desde distintas partes del mundo, donde se esta trabajando con mucha seriedad, para darla a la gente de alguna manera, porque es la guerra la que viene sobre nosotros, es la tortura la que viene sobre nosotros”, advirtió Calloni (ANC-Utpba).