“Mañana sigue el debate oral a las 12:30. En este juicio se juzga mucho más que a Chocobar. Se juzga un modelo de Política de Seguridad. Se juzga un modelo de país”, tuiteó el abogado Fernando Soto, quien representa como defensor al oficial de la policía bonaerense.
El miércoles pasado, el Tribunal Oral de Menores (TOM) 2 rechazó el planteo de la defensa de suspender el debate y mañana serán las indagatorias del policía y del otro imputado del juicio, un adolescente acusado de haber participado del asalto.
En principio, el abogado había adelantado la semana pasada que estaba previsto que Chocobar realice una declaración breve.
El debate comenzó el 9 de este mes, cuando Soto formuló un planteo para intentar suspenderlo a partir de un nuevo recurso que presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, en el que una vez más insistió en que el juicio se haga por jurados, algo que ya le fue rechazado en otras instancias.
La defensa planteó que ser sometido a un jurado popular es un derecho constitucional que tiene Chocobar, y como el Tribunal Superior porteño abrió el recurso, le pidió al TOM 2 que suspendiera el juicio en relación a la imputación del policía y que sólo lo continuara en relación al menor.
El juicio por jurados está contemplado en varias provincias del país, pero no para las causas que tramitan en el fuero penal la Justicia Nacional, como ésta; por ello los integrantes del TOM 2, los jueces Fernando Pisano, Jorge Apolo y Adolfo Calvete, volvieron a rechazar el planteo y procedieron a continuar con el debate.
Fuentes que estuvieron en la audiencia de la semana pasada informaron a Télam que el Tribunal también anunció que realizará en los próximos días una inspección ocular en el sitio de La Boca donde ocurrieron los hechos.
En relación al cronograma de cómo continuará el debate, los jueces decidieron que la tercera audiencia será mañana pasado el mediodía y le darán la posibilidad de escuchar en indagatoria tanto a Chocobar como al cómplice del asaltante fallecido, Juan Pablo Kukoc, un joven de entonces 17 años, que fue detenido por la “tentativa de homicidio criminis causa” del turista asaltado y apuñalado, el fotógrafo estadounidense Frank Wolek (60).
Luego, se iniciarán las declaraciones testimoniales y el tribunal ya definió que los dos primeros serán Ivonne Kukoc, madre del asaltante muerto y quien actúa como querellante en la causa, y, vía teleconferencia, Wolek, el turista asaltado y apuñalado en el hecho.
Chocobar llegó al juicio con una doble acusación, ya que la fiscalía le imputa el “homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber” de Kukoc, delito que prevé una pena máxima de 5 años de prisión; mientras que la querella de la familia del joven fallecido lo acusa por “homicidio agravado”, que contempla la prisión perpetua.
La clave del juicio estará en determinar si al momento de disparar contra Kukoc, que ya huía del sitio donde había atacado al turista, éste representaba o no un peligro y ver si Chocobar actuó en legítima defensa, con algún tipo de exceso o si cometió un homicidio sin justificación.
El hecho ocurrió el 8 de diciembre de 2017, cuando el estadounidense Wolek caminaba por La Boca y poco antes de llegar a la calle Caminito fue interceptado por dos asaltantes que le robaron su cámara.
Durante el robo, uno de los ladrones lo apuñaló una decena de veces en el pecho y lo dejó gravemente herido, tras lo cual ambos delincuentes salieron corriendo, pero mientras uno logró escaparse, el otro, luego identificado como Kukoc, fue interceptado a tres cuadras por dos transeúntes que habían visto el ataque.
Instantes después, llegó al lugar Chocobar, efectivo de la Policía Local de Avellaneda, quien se identificó y, según declaró después, le pidió que se detenga, tras lo cual efectuó disparos, dos de los cuales alcanzaron a Kukoc en el muslo izquierdo y el mortal, en la zona de la baja espalda.
Un peritaje realizado por expertos de la Policía Federal reveló que la bala que disparó Chocobar y mató al ladrón ingresando por la espalda, primero rebotó en el asfalto, lo que para defensa demuestra que no apuntó a matar, sino a las piernas.