La operación fue posible gracias a una donación multiorgánica que provino de un hospital de Junín.
El último domingo de agosto el hospital pediátrico nacional trasplantó con éxito el corazón a un niño de 4 años, el hígado a una beba de un año y el pulmón a una adolescente de 13. Con un gran despliegue logístico y la articulación de distintas áreas de soporte además de los equipos en quirófano, el Garrahan ejecutó tres intervenciones de la más alta complejidad pediátrica.
El proceso tuvo complicaciones extra: desde que se produce la extracción del órgano del donante, el corazón y el pulmón tienen un período de cuatro horas de isquemia -es decir, el tiempo en el que el suministro de sangre en el órgano se interrumpe y, por lo tanto, deja de ser utilizable para transplante.
Al ser el donante de Junín, un equipo del Garrahan tuvo que tomar un avión hacia esa localidad, extraer los órganos, regresar de inmediato y trasplantarlos a los pacientes.
“No es la primera vez que el Hospital lleva adelante una triple intervención en simultáneo y eso habla de una continuidad y representa un orgullo para nuestra institución y un verdadero hito para la salud pública pediátrica de la que formamos parte y trabajamos para sostener y mejorar todos los días”, expresó Patricia García Arrigoni, directora médica ejecutiva.
Como siempre que se inicia un operativo de trasplante, lo más importante es asegurar la logística para que, como un mecanismo de relojería, cada quien ocupe su lugar a la hora señalada. A esa complejidad habitual, en este caso, se sumó el volumen de los equipos de profesionales y técnicos por la simultaneidad de trasplantes que permitió la donación multiorgánica.
Desde que se produce la ablación de los órganos hasta su implante, el tiempo de isquemia fría para un corazón o pulmón es de cuatro horas, mientras que para el hígado ese tiempo puede extenderse entre 24 y 36 horas. El hecho de que el donante proceda, en este caso, de un hospital de la localidad bonaerense de Junín requirió que un equipo del Garrahan se trasladara hasta allí en avión a realizar la ablación para regresar de inmediato y trasplantar a los tres pacientes previamente preparados.
“Tener la disponibilidad de reunir a todo ese personal, que es muy importante, en equipos diferentes, hacerlo en forma simultánea en tres quirófanos y contar con casi 100 personas un fin de semana en que la mayoría debe dejar sus compromisos, familia, cumpleaños, para acudir al llamado, es algo que nos enorgullece y valoramos como equipo”, expresó el jefe de Cirugía Cardiovascular, Trasplante Cardíaco y Cirugía Vascular Periférica, Pablo García Deluci.